Obra
reseñada: “La culpa la tuvo Eva”
Autora: Alicia Domínguez.
Muerta de curiosidad (y de hambre) Eva
toma la manzana y le pega un mordisco, pero ¿Estaba buena la manzana? Su sabor,
¿era dulce o ácido? ¿Se la comió entera o la dejo a medias? Y Adán, ¿seguro que
no cogió ninguna manzana del árbol?
Si observan, se trata de un fruto que en
un principio, puede resultar difícil de picotear. Una buena mordida será lo mejor. Pensó Eva. Tras masticar, una
sensación que es la primera vez que experimenta, hace que casi la escupa de su
boca al suelo. Pero de inmediato su paladar se inunda de un placentero sabor,
que le hace olvidarse de esa primera experiencia.
El ser superior se lo había advertido,
pero ella, valiente como todas, quería saber que había fuera de aquello, que le
vendió como el paraíso.
ꟷ ¿Qué has
hecho mujer pecadora?ꟷ Le reprocha Adán, envidiando no haber nacido con los
“dos ovarios”, que tenía ella.
Desde aquel lejano y tal vez, idílico día
¿Cuántas Evas y Adanes no han mordido del fruto prohibido? (insisto, no me creo
que Adán no terminara probando la manzanita).
Culpables de hacerles fracasar en los
negocios, responsables de decisiones que algunos cobardes no se atrevieron a
tomar y de la mala conciencia de otros. Y sobre todo, de vivir dentro de un
mundo que sienten que no les pertenece. Ella, dio el primer mordisco y fue
sentenciada desde entonces ¿Culpable de algo?Posiblemente de lo único que se le
puede culpar, es de mostrarnos que nada, nos debe ser prohibido.
Diferentes
entornos y realidades, vidas dispares y con protagonistas distintos. Huellas
que quedan ocultas por diferentes Adanes, y por alguna que otra Eva, a la cual le da miedo de abandonar “el edén”,
caminan por los relatos que la autora, ha recolectado para los lectores. Para
darnos probar ese dulzor del fruto negado y también ese sabor ácido tan preciso
de recordar y que no debemos olvidar. Un mensaje claro recorre las páginas de
esta obra, llevaba por su autora con buen gusto, ritmo y una narración llena de
riquezas significativas.
¿Mereció la pena? Tomen a Eva de la
mano, ayúdenla a sujetar la manzana ¡Y a comérsela! de este modo podrán
descubrilo, tal como yo lo hice.
©Vanessa
Belizón.
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